Despite all my rage I'm still just a rat in a cage.
Siempre es bueno pararse a pensar que estamos haciendo, como lo estamos haciendo y ver si hay alguna forma de mejorar. En esta época del año, bien sea por las Navidades o porque precisamente se acaba un año y empieza otro, es un momento habitual para hacer uno de estos puntos de situación.
En mi caso no ha sido al llegar el final de año. Llevo bastante tiempo dandole vueltas a como me encuentro.
2014 ha sido un año raro, muy raro y tengo ganas de que acabe. No porque piense que un nuevo año va a hacer que todo mejore o empiece a tener sentido si no porque, esta vez, el cambio de año llega al mismo tiempo que en mi cabeza empiezan a encajar muchas de las piezas sobre las que quiero asentar mi futuro próximo.
A nivel laboral llevo un par de años trepidantes. Estoy metido en un proyecto bastante complicado que me absorbe mucho tiempo y que además me deja agotado. Parte de como enfoco las cosas ahora (o como las quiero enfocar) están influidas por este proyecto en el que estoy aprendiendo de todo: lo que se debe hacer, lo que no se debe hacer, lo que quiero hacer, lo que no quiero hacer, lo que quiero ser, lo que no quiero ser... En muchos aspectos me estoy sorpendiendo a mi mismo ya que he descubierto facetas de mi personalidad que no sabía ni que tenía. Otros aspectos me han causado una gran decepción y tengo claro que he de acabar con ellos. Confio en que la finalización de este proyecto (que debería tener lugar en torno a Semana Santa) vaya unida a la finalización de mis objetivos personales en terreno laboral.
The world is a vampire, sent to drain
Para recuperar la energía que me chupan los vampiros nada mejor que mi familia. En los últimos meses ha sido una gran fuente de inspiración para diseñar esas piezas de las que hablaba al principio. Mi mujer me ha ayudado mucho en lo que ella llama "madurar" (aunque a mi me duela esa expresión, se que tiene razón) y mis hijos Entropía (la mayor) y Entalpía (el enano) me ayudan a olvidar las mordeduras con las que llego todos los días a casa.
Poco a poco, durante el 2015, me gustaría ir retomando algunas aficiones que también me hacen sentir bien: escribir más en el blog, volver a aprender a hacer aplicaciones iOS (entre Swift y las últimas versiones del sistema operativo me he quedado más obsoleto que un Samsung Galaxy Ace con Froyo) y seguir aprendiendo a hacer aplicaciones web con frameworks basados en Ruby como Rails, Sinatra o Padrino. Además, no quiero que se me escape el tren de los wearables así que tengo que sacar tiempo para hacer cosicas con el Pebble y, si me dejan darme el capricho, con el Apple Watch.
También quiero volver a frecuentar la NSCoderMAD. Con todo el ajetreo del último año y pico no he ido prácticamente a ninguna. Solo he ido a las cenas y aunque es una buena forma de mantener el contacto con toda esa buena gente, las reuniones y las charlas aportan mucho a todos los niveles: personal, profesional, técnico...
And I still believe that I cannot be saved
Y no, en esta última cita ya no estoy de acuerdo con Billy Corgan. Creo que me puedo salvar, tengo muchas ganas de 2015, 2016, 2017,... estoy seguro de que muchas cosas buenas están por pasar y que todo lo que tengo en mente me va a ayudar a que suceda... cuanto antes.
Imagen de cabecera obtenida de re:splashed